jueves, 4 de junio de 2015

Sobre fuentes, nuevos hábitos y responsabilidad

Desde el principio hemos querido en Planeta Tek dejarnos influir por las noticias que nos llegan, pero no ser simplemente una réplica, sino aprovechar estas noticias que nos inspiran para abrir debates y escribir sobre consecuencias y conclusiones. 

Uno de nuestros asuntos recurrentes al que volvemos de vez en cuando es sobre las inmensas posibilidades de llegar al conocimiento que tenemos gracias a la red de redes, y cómo al ser algo relativamente nuevo, tenemos aún que desarrollar la capacidad de discernir el verdadero conocimiento de pseudociencias, o bulos que intentan engañarnos con diferentes motivaciones. 

Dando unas pequeñas nociones al respecto podríamos comentar esa conocida frase de afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias que popularizó Carl Sagan. Cuando alguien afirma algo tiene que probarlo, cuando se citan estudios hay que enlazarlos para poder leerlos y comprobar que llegan a las conclusiones que se dicen, y que están bien hechos. Y por supuesto que hay que saber detectar fuentes que compartan información fidedigna, y esa son las que deberíamos seguir, y aun así, aplicarle los mismos y sanos principios escépticos para evitar ser manipulados en esta época en que la búsqueda de la viralidad de contenidos y una desconfianza mal aplicada hacia las fuentes oficiales hacen que muchas veces seamos víctimas de desinformación en asuntos de los que no somos expertos.

En internet podemos acceder por primera vez en la historia fácilmente a infinidad de fuentes diferentes desde nuestras casas, pero con frecuencia se encuentran enlazadas de alguna manera, de forma que las personas que suelen consultar unos contenidos, suelen consultarlos en páginas similares, y es que aunque como decíamos estos días internet es el mismo para todos, realmente solo nos quedamos con las zonas en las que nos encontramos cómodos, en las que podemos encontrar información que confirma nuestro puntos de vista. 

Esto que es habitual en asuntos relacionados con la política, religión, o ética, puede tener mucha más repercusión en nuestras vidas en asuntos relacionados con la salud o la nutrición, de forma que tomar malas decisiones basadas en información erronea puede poner en riesgo nuestras vidas, y lo que es peor, la de los que nos rodean que ni siquiera pudieron elegir.

Toda esta reflexión viene al caso tras la noticia que hemos podido conocer estos días de la vuelta de la difteria a nuestro país a través de un niño que no fue vacunado, enlazándolo con ese movimiento antivacunas que se basa en afirmaciones que se han demostrado falsas para desconfiar de ellas. Para dar ejemplo y no hacer una afirmación vacía, aquí os compartimos este enlace con no un argumento, ni dos, sino treinta y uno por los que debemos confiar en las vacunas para hacer desaparecer las enfermedades, y considerar una irresponsabilidad de salud pública no vacunar. El enlace es largo, pero al menos echadle un vistazo ampliando en las partes que os resulten más interesantes o de las que queráis más información. Incluso aunque estéis ya convencidos, os aconsejamos que consultéis el enlace porque en cualquier momento de vuestra vida os podéis encontrar con alguna persona equivocada, y tener los argumentos apropiados a mano pueden aportar vuestro granito en evitar que esta manipulación y engaño irresponsable se siga extendiendo entre los ciudadanos.  Es nuestra responsabilidad también. Nadie puede saber de todo, y la inmensa mayoría de personas que caen en estas cosas son las primeras víctimas engañadas, pero contra esa desinformación, aquí tenéis el enlace:



¿Cómo lo veis, qué nos podéis aportar al debate? 

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